La inclusión y la diversidad son conceptos fundamentales en la participación ciudadana. La inclusión se refiere a asegurar que todas las personas, independientemente de su origen, identidad o condición, tengan la oportunidad de participar plenamente en la vida pública y en la toma de decisiones que les afectan. Esto implica eliminar barreras y crear entornos donde todos se sientan valorados y respetados.
La diversidad, por su parte, reconoce y valora las diferencias entre las personas, ya sean de género, etnia, edad, orientación sexual, discapacidad, religión, nivel socioeconómico o cualquier otra característica. Una sociedad diversa es más rica, creativa e innovadora, ya que cada persona aporta perspectivas y experiencias únicas.
En Panamá, la inclusión y la diversidad son especialmente importantes debido a la rica historia multicultural del país. Panamá es un crisol de culturas, con una población indígena diversa, afrodescendientes, inmigrantes de diferentes partes del mundo y una mezcla de identidades que enriquecen la nación. Reconocer y valorar esta diversidad es esencial para construir una sociedad más justa y equitativa, donde todos los ciudadanos tengan la oportunidad de participar plenamente en la vida democrática.